Dios nos cria…. (I)
Pocos son los que pueden decir que se introdujeron de forma autóctona en el golf, pues suele ser un amigo, un familiar o un compañero de trabajo quien nos induce o directamente nos introduce en esta disciplina. El Golf, deporte individual por antonomasia, en el que tu máxima aspiración suele ser superar tu propio hándicap, es una carrera contra ti mismo, que no precisa de compañeros o rivales a quienes batir (esta es la teoría, jejeje).
Como regla general, al jugador de golf nos gusta realizar nuestra práctica y entrenamiento en solitario, sin que nadie te despiste, pero paradójicamente a la hora de jugar siempre buscamos la compañía de alguien con quien compartir la partida y poder pasar un rato agradable. Puede ser una actividad perfecta para gestar amistades, puedo dar buena fe de ello, e incluso crear y cerrar negocios. Pocos son los que se acercan al campo con intención de jugar solos y la mayoría de los que lo hacen suelen ser miembros de un club, en el que finalmente acaban uniéndose a una partida incompleta, o concertando partida, con conocidos del club, en el campo de prácticas, para luego salir a jugar una ronda.
Todos nos hemos planteado en algún momento, desde que comenzamos a jugar, una serie de preguntas como pueden ser, ¿me hago socio de un club?, en caso de hacerme socio ¿qué tipo de club?, ¿con o sin campo? ¿cuáles son las ventajas e inconvenientes?
Voy a intentar exponer, muy brevemente las ventajas e inconvenientes, de las dos principales opciones.
Club con campo.- Hacerse socio de un club con campo económicamente no es barato, pues solo se amortiza cuando jugamos de dos a tres veces por semana. Es cierto que hay otra serie de ventajas que no son exclusivamente las económicas y que hay que tener en cuenta como puede ser el hecho de que llegas a conocer tu campo como si fueses un profesional, (sabrás hacia donde es mejor realizar la salida en cada hoyo, cuales son los desniveles en cada calle, caídas en el Green, etc..) el pertenecer a un colectivo de jugadores habituales con quienes compartir las partidas, acceso a zonas privadas, descuentos en tienda, en alquiler de buggie, taquillas en vestuarios, etc….y que sin lugar a dudas son una serie de factores importantes a tener en cuenta.
Club sin campo.- Esta modalidad en principio es más barata, pagas una pequeña cuota por convertirte en miembro y accedes a tener unos descuentos, por correspondencias con campos, que te permitirá jugar a un coste inferior al que juega el público en general. Aunque el mayor importe pagado de cada partida de golf termina por igualar el coste anual con el de ser socio de un club con campo. Esta fórmula es más indicada para aquellos a quienes les gusta no limitarse a jugar en un solo campo. Semanalmente irás cambiando de recorrido, con el reto que esto supone y te permite conocer una mayor cantidad de jugadores y compañeros de partida.
Estas son las dos principales opciones, pero no quiere decir que sean las únicas. Si conoces alguna que consideres digna de mencionar en el blog, estaremos encantados de compartirlo con todos vosotros. Y recuerda que…. “nos vemos en el campo”.
Rafa López-Briones
🙂
Muy acertado Rafa.